Introduction: Tuberous sclerosis complex (TSC) displays great phenotypic variability. Increasingly early diagnosis, including prenatal identification, entails the need for the paediatrician and neuropaediatrician to establish early suspicion and identification of factors that may influence prognosis and treatment.
Aim: To determine the clinical criteria for early diagnosis, initial complementary tests, actions and treatments to prevent different comorbidities, so as to improve the prognosis of these patients.
Patients and methods: Descriptive, retrospective study of = 18-year-olds with a definitive diagnosis of TSC in a tertiary hospital from 1998 to 2019. We collected variables referring to epidemiological data, multisystem involvement, complementary tests and genetics.
Results: Ninety-four patients were analysed. The main diagnostic reasons were epilepsy and rhabdomyomas. The frequency of occurrence of clinical criteria was determined, and neuropathological findings were the main findings, followed by cutaneous stigmata, rhabdomyomas and renal lesions. Statistical relationships were found between clinical, radiological and genetic aspects, the influence of preventive activities on the occurrence of epilepsy and the relevance of everolimus use were tested.
Conclusions: Rhabdomyomas and skin stigmata in patients and parents are major diagnostic signs in infants. Tubers and subependymal nodules are statistically associated with the development of epilepsy. Early epileptic spasms, refractory to treatment in the first months, increase the risk of cognitive deficits and autism spectrum disorder. Epileptic abnormalities need to be closely monitored in the first year of life. Everolimus is an alternative treatment for several comorbidities, but its early use (< 3 years) requires further study.
Title: Complejo esclerosis tuberosa: análisis de los ámbitos de afectación, progreso en el tratamiento y traslación a la práctica clínica habitual en una cohorte de pacientes pediátricos.
Introducción. El complejo esclerosis tuberosa (CET) presenta gran variabilidad fenotípica. El diagnóstico cada vez más precoz, incluyendo la identificación prenatal, conlleva la necesidad de establecer una sospecha e identificación temprana, por parte del pediatra y del neuropediatra, de factores que pueden influir en su pronóstico y tratamiento. Objetivo. Determinar los criterios clínicos de un diagnóstico precoz, las pruebas complementarias iniciales, las actuaciones y los tratamientos que prevengan diferentes comorbilidades, mejorando el pronóstico de estos pacientes. Pacientes y métodos. Estudio descriptivo, retrospectivo de = 18 años con diagnóstico definitivo de CET en un hospital terciario desde 1998 hasta 2019. Se recogieron variables epidemiológicas, de afectación multisistémica, pruebas complementarias y genética. Resultados. Se analizó a 94 pacientes. Los principales motivos diagnósticos fueron la epilepsia y los rabdomiomas. Se determinó la frecuencia de aparición de los criterios clínicos, y los hallazgos neuropatológicos fueron los principales, seguidos de los estigmas cutáneos, los rabdomiomas y las lesiones renales. Se comprobaron relaciones estadísticas entre aspectos clínicos, radiológicos, genéticos, la influencia de las actividades preventivas sobre la aparición de epilepsia y la relevancia del uso de everolimús. Conclusiones. Los rabdomiomas y los estigmas cutáneos en pacientes y progenitores constituyen signos diagnósticos principales en lactantes. Los túberes y los nódulos subependimarios tienen asociación estadística con el desarrollo de epilepsia. Los espasmos epilépticos en edades precoces, refractarios a tratamiento en los primeros meses, incrementan el riesgo de déficit cognitivo y trastorno del espectro autista. Es necesario monitorizar estrechamente las anomalías epilépticas en el primer año de vida. El everolimús supone una alternativa de tratamiento en varias comorbilidades, pero su uso precoz (menor de 3 años) precisa más estudios.